El objetivo me lo planteo, en abrir un debate sobre la complementariedad de las tecnologías post-cosecha y el desarrollo de plantas modificadas geneticamente para mejorar el acceso de la población mundial, especialmente de los paises del tercer mundo, a recursos sostenibles en el Sector de la Producción y Comercialización de Alimento Vegetales Frescos.
Una compañera de trabajo durante muchos años, perspicaz e intuitiva, y descendiente de la La Mancha, me comentaba; "Hoy en día por los aromas, no sé si estoy en una frutería o en una zapatería, es una tristeza". Estas apreciaciones de los consumidores exigentes deben hacernos reflexionar.
¿El camino actual de las tecnologías post-cosecha es un buen camino para controlar la calidad organoléptica de vegetales frescos durante al comercialización?.
¿El objetivo es satisfacer al consumidor o a las grandes multinacionales de la alimentación (abaratando costes)?
Creo, que un primer paso importante, sería replantearse la "recuperación" de variedades de elevada calidad sensorial y nutricional, eliminadas por su baja productividad o capacidad de conservación. Es decir por exigencias de costes y valor añadido de las multinacionales de la comercialización de alimentos.
Este camino nos ha llevado, en la actualidad, a que la mayoría de las variedades tienen unas características morfológicas en cuanto a color, homogeneidad y formas casi perfectas, y con una elevada capacidad de conservación pero despreciando hasta límites insoportables las características propias de la especie; olvidando las variedades con aroma, sabor, textura propios de las mejores variedades de las diferentes especies de frutales.
Así mismo, el cultivo sostenible y ecológico debería ser el complemento para volver a recuperar la calidad sensorial de los frutos y hortalizas que han sido "secuestrados" en "aras" a mejorar el rendimiento y la comercialización de vegetales, asi como recuperar y actualizar sistemas de producción de bajo impacto ambiental y respetuoso con el producto.
Este objetivo se ve avalado porque en un mundo globalizado las grandes producciones y prolongados periodos de conservación no son justificables ni son un objetivo prioritario de las Centrales Hortofrutícolas.
Con las nuevas tecnologías tanto en pre como en postcosecha se pueden solventar los problemas de producción y de conservación con una eficaz "cadena del frío" estas variedades podrían recuperar la supremacía en los mercados sobre las variedades existentes de muy baja calidad gustativa, poco aroma y menor calidad nutricional.
Es evidente la necesidad de incorporar, al debate, expertos en plantas modificadas genéticamente que podrían mejorar las variedades "recuperables" con el fin de mejorar su capacidad de producción y de conservación.
Una compañera de trabajo durante muchos años, perspicaz e intuitiva, y descendiente de la La Mancha, me comentaba; "Hoy en día por los aromas, no sé si estoy en una frutería o en una zapatería, es una tristeza". Estas apreciaciones de los consumidores exigentes deben hacernos reflexionar.
¿El camino actual de las tecnologías post-cosecha es un buen camino para controlar la calidad organoléptica de vegetales frescos durante al comercialización?.
¿El objetivo es satisfacer al consumidor o a las grandes multinacionales de la alimentación (abaratando costes)?
Creo, que un primer paso importante, sería replantearse la "recuperación" de variedades de elevada calidad sensorial y nutricional, eliminadas por su baja productividad o capacidad de conservación. Es decir por exigencias de costes y valor añadido de las multinacionales de la comercialización de alimentos.
Este camino nos ha llevado, en la actualidad, a que la mayoría de las variedades tienen unas características morfológicas en cuanto a color, homogeneidad y formas casi perfectas, y con una elevada capacidad de conservación pero despreciando hasta límites insoportables las características propias de la especie; olvidando las variedades con aroma, sabor, textura propios de las mejores variedades de las diferentes especies de frutales.
Así mismo, el cultivo sostenible y ecológico debería ser el complemento para volver a recuperar la calidad sensorial de los frutos y hortalizas que han sido "secuestrados" en "aras" a mejorar el rendimiento y la comercialización de vegetales, asi como recuperar y actualizar sistemas de producción de bajo impacto ambiental y respetuoso con el producto.
Este objetivo se ve avalado porque en un mundo globalizado las grandes producciones y prolongados periodos de conservación no son justificables ni son un objetivo prioritario de las Centrales Hortofrutícolas.
Con las nuevas tecnologías tanto en pre como en postcosecha se pueden solventar los problemas de producción y de conservación con una eficaz "cadena del frío" estas variedades podrían recuperar la supremacía en los mercados sobre las variedades existentes de muy baja calidad gustativa, poco aroma y menor calidad nutricional.
Es evidente la necesidad de incorporar, al debate, expertos en plantas modificadas genéticamente que podrían mejorar las variedades "recuperables" con el fin de mejorar su capacidad de producción y de conservación.
Durante el siglo XX el objetivo de las tecnologías postcosecha fue prolongar, el mayor tiempo posible, el periodo de conservación comercial con el fin de solapar, si fuera posible, las campañas consecutivas (frutos de pepita)
En el siglo XXI surgen con fuerza nuevos factores tanto por los avances tecnológicos que permiten la globalización del comercio como por la sensibilización de los consumidores con el medio ambiente y con alimentación saludable.
Es evidente, que la elección de tecnologías postcosecha para prolongar el periodo de
conservación hasta fechas próximas a la campaña posterior, no es es un objetivo prioritario en la actualidad ya que nunca podría competir en el mercado un fruto conservado durante 8 meses con frutos
recién recolectados en el hemisferio sur.
Establecer Estrategias Globalizadoras con expertos en Plantas Modificadas Genéticamente y en Tecnologías Postcosecha ayudadas por Estudios de Ingenieria, para mediante sensores, poder "reconocer" y realizar un segumiento de la calidad sensorial y nutricional a lo largo del procesado, conservación, transporte, y comercialización.
Establecer Estrategias Globalizadoras con expertos en Plantas Modificadas Genéticamente y en Tecnologías Postcosecha ayudadas por Estudios de Ingenieria, para mediante sensores, poder "reconocer" y realizar un segumiento de la calidad sensorial y nutricional a lo largo del procesado, conservación, transporte, y comercialización.
Es
evidente que al entrar en juego nuevos factores tecnológicos como, sostenibilidad (no contaminantes), "agresividad" con el
producto (cadenas de selección), "sencillez" de su aplicación, incluso en campo, eficacia en cumplir objetivos comerciales, etc, deberían replantearse las estrategias con Nuevas Tecnologías Postcosecha para que cumplan los requisitos que en la actualidad son exigidos por los consumidores.
Además,
de que tecnología postcosecha sea de sencilla
aplicación, eficaz en controlar procesos fisiológicos, respetuosa con el
medio ambiente y con el propio producto, y de bajo coste, es
fundamental tener en consideración la logística de la recolección y manipulación, ya que de esta fase, recolección, envasado, selección, envasado etc.., dependen las mayores pérdidas por destrio en los países desarrollados.
En productos vegetales, las mayores pérdidas, son debidas a una
deficiente; recolección (temperaturas elevadas, envases de campo
inadecuados etc.), manipulación (golpes etc..), transporte
sin control de temperatura, envasado "agresivo", y especialmente a la "demora" entre
recolección y el enfriamiento. Si estos parámetros no están
rigurosamente controlados es inútil aplicar tecnologías postcosecha muy eficientes ya que una vez activado el metabolismo y/o producidos "daños mecánicos" la pérdida de calidad del producto será irreversible.
Es por tanto evidente que para cada especie
y variedad hay que planificar con rigor la estrategia fisiológica, tecnológica y comercial que permita organizar la recolección, transporte, manipulación, envasado
y enfriamiento y distribución del producto con un rigor estricto y minimizando los tiempos entre recolección-enfriamiento-consumo. Las cadenas de procesado mal diseñadas son una fuente infinita de producir "daños" en los alimentos vegetales frescos.
Las tecnologías no contaminantes y de bajo coste serán 2 factores esenciales para la elección de tecnologías postcosecha en función de la especie y variedad, procurando tener una estrategia definida, entre recolección y detallista, para minimizar las pérdidas ya que los objetivos comerciales serán mantener la calidad del producto a corto y como mucho medio plazo.
Además de estas consideraciones esenciales en las tecnologías postcosecha debemos tener en consideración el desarrollo incuestionable de las plantas modificadas genéticamente, cuando en un futuro próximo se aclaren los intereses inconfensables de las administraciones y empresas del Sector que han "parado" su cultivo en un gran número de países desarrollados.
Los grandes avances de la ciencia como las "plantas modificadas geneticamente" no pueden ser "parados" por razones inconfensables, ya que es de una mezquindaz supina y que el ser humano podría lamentarse en un futuro no muy lejano.
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