lunes, 13 de mayo de 2013

Aplicación del Frío a Productos Vegetales


Beneficios  o  Daños  Producidos  por  el Frío durante la Conservación 
de Vegetales Frescos.



     Entre los factores extrínsecos, la temperatura es el factor decisivo para regular los procesos post-recolección y en suma para controlar la calidad de productos vegetales después de la recolección. Tanto la actividad fisiológica como el desarrollo de microorganismos, principales causas del deterioro de la calidad, dependen directamente de la temperatura. 

Temperaturas en el rango de 15-20°C producen un rápido deterioro de la calidad, mientras que en el rango próximo al punto de congelación, 0º-4°C, los procesos de transpiración y respiración, y mecanismos bioquímicos asociados a la maduración se reducen drásticamente, con el consiguiente efecto positivo sobre el período comercial de conservación.




Transpiración

El descenso de temperatura produce un descenso de la presión de vapor y del deficit de presión de vapor, para una determinada humedad relativa, por lo que descienden las pérdidas de peso (Tabla II). Por ello, el descenso rápido de la temperatura del producto (eliminar el calor de campo) es un factor esencial para evitar las pérdidas de peso y optimizar la conservación de productos vegetales al estado fresco.

Tabla II. Presión de Vapor de agua en aire (PV) con el 100% de HR a diferentes temperaturas, y Déficit de Presión de Vapor (DPV) con HR inferiores. A 760 mm de Hg de presión (ASHRAE Handbook of Fundamentals, 1972).



Temperatura

(°C)

PV

100%HR

mm Hg


90%HR

mm Hg

DPV

80%HR

mmHg


60%HR

mm Hg

 0.0

 1.1

 2.2

 3.3

 4.4

 7.2

10.0

12.8

15.6

21.1

26.7

 4.579

 4.953

 5.385

 5.817

 6.309

 7.620

 9.204

11.074

13.248

18.771

26.213

0.457

0.495

0.538

0.581

0.630

0.762

0.921

1.107

1.324

1.877

2.621

0.915

0.990

1.077

1.163

1.259

1.424

1.840

2.214

2.649

3.754

5.242

1.831

1.981

2.154

2.326

2.519

2.848

3.681

4.429

5.299

7.508

10.485
      * Temperaturas convertidas de °F.

Durante la conservación de manzana 'Golden Delicious' temperaturas próximas al punto de congelación y humedades relativas superiores al 85% controlan eficazmente las pérdidas de peso, y humedades relativas próximas al 90% practicamente las anulan (Fig. 2). Bajas humedades relativas y elevadas pérdidas de peso favorecen la incidencia de la alteración fisiológica 'escaldadura superficial', posiblemente debido a una mayor pérdida de volátiles. Sin embargo, en frutos de pepita conservados en condiciones de baja humedad relativa se aprecia un desarrollo más intenso del aroma. Elevadas humedades relativas, que reducen las pérdidas de peso, favorecen el desarrollo de hongos y bacterias, por lo que es necesario aplicar una solución de compromiso de acuerdo con la especie y variedad.
  
                  Figura 1. Pérdidas de peso de manzana en función de la temperatura y humedad relativa.
                                                Recomendaciones de humedad relativa por especies

En la práctica, las pérdidas por transpiración no pueden eliminarse, ni incluso en condiciones de saturación (100%hr), debido al gradiente de temperaturas producido por el calor de respiración. El calor de respiración mantiene el corazón del producto a una temperatura ligeramente superior a la de la superficie, y por tanto se establece un gradiente de presiones parciales de vapor y pérdidas de peso.

 
Figura 2. Clasificación de vegetales por la sensibilidad a las bajas temperaturas

La necesidad de disminuir rapidamente la temperatura de campo del producto, para controlar las pérdida de peso, ha estimulado el desarrollo de las tecnologías de prerrefrigeración, que permiten descender la temperatura del producto en unas pocas horas e incluso en minutos.
Pueden alcanzarse tiempos de enfriamiento máximos de 4-5 horas utilizando como medio de enfriamiento el aire (túnel de aire forzado), y de minutos utilizando como medios de enfriamiento el agua fría (hydrocooling) o el vacio (vacuum cooling).

Respiración

El efecto de la temperatura sobre la respiración viene definido por el cociente respiratorio establecido, para intervalos de temperatura de 10C, por la ecuación de Van't Hoff; Q10=R2/R1. Este mismo autor generaliza la ecuación para cualquier temperatura mediante la ecuación;

               Q10= (R2/R1) 10/(T2-T1)
Q10 es constante, con valores próximos a 2.

 La respiración implica una pérdida de sustratos respiratorios, especialmente azúcares sencillos y ácidos orgánicos y por tanto produce tanto una modificación de la calidad como una pérdida de peso. Aunque en general es una componente poco importante de las pérdidas totales, en prolongados periodos de conservación, las pérdidas de peso por respiración pueden ser significativas. En manzana se ha confirmado que para valores de respiración de 5mg CO2´Kg-1´h-1, a una temperatura entre 0 y 2.5C, las pérdidas por respiración pueden alcanzar valores próximos al 1% en 120 días de conservación, mientras que por pérdida de agua pueden alcanzar un valor 10 veces superior.
 
Figura 3. Efecto de la temperatura sobre el perfil respiratorio de pera
     La modificación del patrón respiratorio de pera 'Williams' en función de la temperatura se puede observar en la Fig. 43 El descenso de temperatura retrasa y reduce el máximo climatérico, y a temperaturas próximas al punto de congelación desaparece la crisis climatérica. Esta respuesta es típica de  frutos climatéricos poco sensibles a las bajas temperaturas.

     En la Fig. 3,  se puede observar que el máximo de respiración, en la mayoría de las especies, se alcanza en el rango de temperaturas entre 20 y 25°C, y que el descenso de la temperatura origina una reducción exponencial de la respiración. Podríamos, por tanto, pensar que la conservación de vegetales se podría practicamente solucionar con tal de aplicar temperaturas suficientemente bajas (próximas al punto de congelación).
Sin  embargo existen numerosas especies (Plátano, aguacate) en las que temperaturas inferiores a 10°C (discontinuidad de las curvas) inducen cambios metabólicos que producen una alteración fisiológica denominada 'Daño por Frío' (chilling injury), que origina una pérdida irreversible de la calidad comercial. Los síntomas del 'Daño por Frío' son específicos para cada especie e incluso variedad (aguacate).

     Por el contrario, existen ciertas variedades de pera (Blanquilla, Williams,etc..), que además de ser muy tolerantes  a las bajas temperaturas, necesitan de un período (1 mes) a muy baja temperatura (-1°C) para desarrollar plenamente su calidad sensorial.

 Síntesis de etileno

 La reducción de la temperatura retarda y reduce la síntesis de etileno en la mayoría de las especies climatéricas. La relación entre la temperatura y la síntesis de etileno depende directamente de la especie y variedad, y del grado de madurez en recolección. En tejidos de manzana se ha confirmado un decenso o incremento de al menos el 30% por cada 5°C de descenso o aumento de la temperatura, respecto a la producción de etileno a 20°C. 
Las bajas temperaturas son especialmente efectivas en retardar la síntesis de etileno cuando el fruto se recolecta en la madurez fisiológica (mínimo climatérico), sin embargo si se retrasa la recolección y el fruto ha iniciado su síntesis la eficacia de las bajas temperaturas se reduce significativamente, especialmente en frutos tropicales y subtropicales.
 
                 Figura 4.  Perfiles respiratorios y etilénico de aguacate "Hass" en función de la temperatura

     El mecanismo de la síntesis de etileno es muy sensible a las bajas temperaturas, especialmente la conversión de ACC en etileno (ACC-oxidasa) (Field, 1990). En frutos tropicales y subtropicales definir la relación tiempo-temperatura crítica, es un factor decisivo para optimizar la conservación y comercialización.

     El etileno regula la síntesis de las enzimas responsables del ablandamiento, hidrólisis de almidón, degradación de clorofilas, por ello es de gran interés comercial aplicar las bajas temperaturas lo antes posible, después de la recolección, para retardar su síntesis y la velocidad de ablandamiento, y en suma prolongar el período comercial de conservación.

     En chirimoya, especie subtropical y muy perecedera, la elección del grado de madurez en recolección y de la temperatura son los dos factores esenciales para controlar la maduración. En estas especies el retraso de un día en la recolección, o un grado más de temperatura de conservación pueden reducir a la mitad el período de conservación.
En chirimoya  el descenso de la temperatura de 10 a 8C origina un importante descenso de la producción de etileno, que induce un significativo retraso del ablandamiento lo que supone un importante incremento del período de conservación de 6 a 9 días, respectivamente. Asimismo se observa que la conservación a 6°C inhibe la producción de etileno, posiblemente por la inducción de 'Daño por Frío' (chilling injury)siendo el daño irreversible a partir de los 12 días de conservación  


Carbohidratos, ácidos orgánicos y otros metabolitos

     En general en frutos climatéricos, las bajas temperaturas reducen tanto la hidrólisis de almidón como el consumo de azúcares sencillos en el proceso respiratorio. En chirimoya el descenso de temperatura de 10 a 6°C implica un descenso en la hidrólisis de sacarosa  que se manifiesta en una reducción de la acumulación de azúcares sencillos, glucosa y fructosa.
Es evidente que las bajas temperaturas reducen la hidrólisis de almidón y de oligosacáridos, que son la principal fuente de sustratos respiratorios, y que estos posiblemente sean los responsables del inicio del climaterio en determinadas especies subtropicales.

     En general, las bajas temperaturas reducen el incremento o descenso de ácidos orgánicos dependiendo de las características metabólicas de la especie. En especies de clima tropical (plátano) y subtropical (mango, chirimoya) la acumulación de ácidos orgánicos (málico y cítrico) se reduce al descender la temperatura.
Sin embargo, en especies de clima continental (frutos de pepita) decrece la pérdida de ácidos orgánicos (málico) al descender la temperatura. Respecto a otros metabolitos como pigmentos, compuestos fenólicos y compuestos volátiles, las bajas temperaturas retardan su síntesis o degradación, al reducir la síntesis de etileno.

     Las bajas temperaturas, sin embargo, no son capaces de inhibir la producción de CO2, la síntesis de etileno, ni la síntesis de volátiles, por lo que la renovación del aire de la cámara durante la conservación frigorífica de frutos será esencial tanto para evitar la acumulación de CO2 y etileno, como para reducir el nivel de compuestos volátiles, en su mayoría desconocidos, pero que pueden ser potencialmente causantes de alteraciones fisiológicas, como la escaldadura superficial.


Alteraciones fisiológicas

Uno de los principales problemas planteados en la conservación frigorífica de frutos es la elevada sensibilidad de algunas especies tropicales (plátano, piña, etc..) y subtropicales (mango, chirimoya, aguacate, etc..), y de otras especies cuyo óptimo de calidad de consumo se alcanza en estado inmaduro (pepino, calabacín, etc,..), a las bajas temperaturas.
La inducción de la alteración fisiológica denominada 'Daño por Frío' depende, fundamentalmente, de las características fisiológicas de la especie, del grado de madurez, y de la relación tiempo-temperatura.

 
          Figura 5. Esquema de la inducción del "daño por frío" en producrtos vegetales. Tecnologías para aminorar los daños

El 'Daño por Frío' (DBT) produce cambios metabólicos que, cuando son irreversibles, originan un rápido deterioro de la calidad al transferirlo a condiciones ambientales, tanto por un anormal desarrollo de la maduración como por un incremento de sensibilidad al ataque de microorganismos.
Estos desequilibrios metabólicos se manifiestan por un cambio de tendencia y un desajuste respecto al modelo de Arrhenius, que relaciona temperatura y velocidad de deterioro (capacidad de conservación).


      Aun cuando el 'Daño por Frío' depende directamente de la relación temperatura-tiempo, en ciertas especies temperaturas intermedias pueden producir daños de mayor intensidad que las temperaturas propias de DBT, (frutos de hueso).

     Los síntomas del 'Daño por Frío' son muy heterogéneos dependiendo fundamentalmente de la especie, existe incluso confusión en frutos de clima continental (manzana o pera) de confundir los síntomas del DBT con la escaldadura superficial (Morris, 1982) . 

- Cambio de estado de los lípidos de la membrana, inducido por temperaturas inferiores a la crítica, que afecta a los mecanismos de enzimas ligadas a las membranas, y conducen a un aumento de la energía de activación (Arrhenius) apareciendo una discontinuidad en la representación de la ecuación de Arrhenius.

- Alteración del metabolismo. Anormal aumento de la respiración y producción de etileno, que se intensifican al pasar a 20C. Acumulación de metabolitos anaerobios. Cambios en la composición que producen alteración del sabor en frutos de hueso posiblemente debido a la alteración de la producción de volátiles, y cambios de textura 'lanosidad' en melocotón. Endulzamiento de tubérculos, por activación de la hidrólisis de polisacáridos (almidón o inulina).

- Lesiones superficiales inducidas por las alteraciones metabólicas. En manzana y pera: 'Escaldadura Blanda' (soft scald) y zonas superficiales necrosadas. 'Picado de la Piel' (pitting), en cítricos con zonas deprimidas en la superficie, descoloración superficial en piña y espárrago, y pardeamientos en plátano, etc...

- Incremento de la acuosidad de tejidos, descomposición celular y pérdida de la integridad de la membrana con exudación de fluídos. En manzana: 'Descomposición Interna', 'Corazón Pardo', y  'Descomposición Acuosa'. En frutos de hueso (melocotón, albaricoque, ciruela, etc..) pardeamientos de pulpa especialmente en la proximidad del hueso. Y, en melocotón desarrollo de color rojo en la pulpa.

- Decoloración interna, pardeamiento de pulpa, haces vasculares  en  aguacate.

- Aceleración de la senescencia y pérdida de las clorofilas,   de frutos  inmaduros (calabacín, judía verde, etc..).

 - Incremento de susceptibilidad a agentes patógenos.

- Alteración del proceso de maduración, o bloqueo con la        aparición sabores y aromas anormales. Incapacidad de            sintetizar proteínas después de ser transferidos a 20°C, lo que  produce una textura harinosa, y un escaso sabor y aroma en pera. Sin embargo, ciertas variedades como  cv 'Blanquilla' y 'Bosc' necesitan frío para madurar. Es evidente que en pera el mecanismo de maduración tiene una compleja respuesta a las bajas temperaturas. 

     El desarrollo del 'Daño por Frío' depende tanto, de las características intrínsecas del producto: especie, variedad, condiciones ecológicas y agrotécnicas de cultivo y grado de madurez, como de factores extrínsecos (medio ambiente): temperatura, tiempo, tratamientos continuos o intermitentes, humedad relativa y tratamientos postcosecha.

 

Aplicación del Frío a los Alimentos. Coordinador Manuel Lamúa, (CSIC). AMV Ediciones, Mundi Prensa, 1ª edición 2000. Capítulos realizados por Rafael Alique, investigador del Instituto del Frío-ICTAN (CSIC)

No hay comentarios:

Publicar un comentario