viernes, 17 de mayo de 2013

Metodología para seleccionar Índices de madurez y de calidad

Metodología para seleccionar de forma sencilla  índices de madurez o calidad en vegetales frescos 

El objetivo de conservar los productos vegetales, o lo que es lo mismo regular los procesos post-recolección, ha sido una constante desde los albores de la historia para mantener un equilibrio entre la producción y las necesidades de consumo. Sin embargo, en la actualidad, la regulación de los procesos fisiológicos no siempre tiene como objetivo la conservación a largo plazo, en determinadas especies, la estimulación de los procesos fisiológicos permite adelantar el óptimo de calidad consumo, respecto al desarrollo en la planta, y comercializar el producto ’fuera de época’ con el consiguiente incremento de precio en el mercado.
     De las especies frutales los frutos climatéricos son los que presentan una mayor capacidad potencial para regular su maduración, y por tanto para optimizar su comercialización. Los frutos climatéricos son capaces de madurar después de la recolección, por lo que pueden ser recolectados anticipadamente (madurez fisiológica) consiguiéndose así un mayor margen para regular la maduración o lo que es lo mismo flexibilizar la comercialización.
     Por el contrario en frutos no-climatéricos y otros órganos vegetativos (tallos, flores, etc...) en los que la recolección debe realizarse en calidad de consumo, la capacidad de actuación se ve muy limitada, y el objetivo de las tecnologías consistirá en retardar todo lo posible los procesos que deterioran la calidad comercial.
     En ciertas especies hortícolas que alcanzan el óptimo de calidad de consumo como frutos inmaduros (pepino, calabacín, berenjena, etc..) el fín de los tratamientos postcosecha se deberá orientar en detener, en lo posible, el desarrollo del proceso de maduración, con el fin de mantener la calidad comercial.
     La intensidad de los procesos fisiológicos post-recolección depende de factores intrínsecos e extrínsecos del producto:
-factores intrínsecos.- Especie, variedad, tratamientos en pre-cosecha, condiciones climáticas, grado de madurez en recolección. La actuación sobre las características del producto es muy limitada, salvo algunas excepciones (plantas transgénicas), por lo que se puede unicamente actuar sobre las condiciones de cultivo y en la selección del grado de madurez o de desarrollo en recolección.
-factores extrínsecos.- Tratamientos químicos pre o post-cosecha (fitorreguladores), y tratamientos físicos: temperatura, humedad relativa, concentración de CO2, O2 y etileno en la atmósfera, presión, irradiación, ozono, etc..
     La actuación sobre los factores del medio ha permitido desarrollar tecnologías muy eficaces para prolongar el periodo comercial de conservación de la mayoría de los productos vegetales, y en especial de los frutos climatéricos. En cualquier caso la elección de las tecnologías postcosecha debe fundamentarse en una solución de compromiso entre las características morfológicas y fisiológicas del producto, costes de aplicación y objetivos previstos: comercialización a corto, medio o largo plazo plazo.
Grado de desarrollo o madurez en recolección
Aspectos generales
     El grado de desarrollo o de madurez en recolección es uno de los factores intrínsecos sobre el que podemos actuar para optimizar los tratamientos post-recolección. La fecha de recolección debe establecerse como una solución de compromiso entre las propias características fisiológicas del producto (capacidad de conservación) y los objetivos comerciales previstos. Unos pocos días de adelanto o de retraso en la recolección pueden producir graves problemas durante la comercialización, especialmente en especies muy perecederas.
En frutos climatéricos (capaces de madurar después de la recolección), un excesivo adelanto de la recolección puede producir una incapacidad del fruto para madurar o un aumento de su sensibilidad a ciertas alteraciones fisiológicas como, 'daño por frío', 'escaldadura', ‘bitter pit', y 'arrugamiento' de la piel. Por el contrario, un retraso en la recolección implica una mayor actividad fisiológica, mayor sensibilidad a los daños mecánicos y desarrollo fúngico, y un incremento de sensibilidad a determinadas alteraciones fisiológicas como 'descomposición harinosa', vitrescencia' o 'corazón pardo', que se traduce en una reducción importante del periodo útil de comercialización (shelf-life).
     En frutos climatéricos, cuando se plantea una comercialización a corto plazo, deberán recolectarse en plena madurez (óptimo de calidad de consumo), o bien en estado de madurez fisiológica y se aplicará la maduración acelerada (temperatura y etileno) para alcanzar la plena madurez lo antes posible. Si el objetivo es la comercialización a largo plazo los frutos deberán recolectarse en estado de madurez fisiológica (fase preclimatérica) y aplicar tecnologías que permitan retardar el desarrollo de la maduración.
     En frutos no-climatéricos (recolección en plena madurez) no es posible realizar la maduración acelerada después de la cosecha. Sin embargo, en ciertas especies como en cítricos, en los que el viraje de color de la piel es el último suceso de la maduración, se puede realizar la recolección de frutos en los que no ha virado el color y realizar un tratamiento postcosecha (temperatura y etileno) inductor del cambio de color de la piel (desverdización). La recolección precoz y la posterior desverdización es, también, una práctica comunmente aplicada al pimiento para adelantar la producción de pimiento rojo.
     Es por tanto evidente que si no existe una perfecta coordinación entre el grado de madurez en recolección y el objetivo comercial, es fácil que se presenten graves problemas y el producto deba ser comercializado fuera de los objetivos previstos.
     Otro factor de especial importancia es la manipulación cuidadosa del producto tanto en recolección como durante la selección, acondicionamiento y distribución, ya que los daños mecánicos, además de producir  una pérdida de calidad, estimulan los procesos fisiológicos y por tanto reducen la vida útil de comercialización (shelf-life).
     En otros productos vegetales aprovechados por sus flores, tallos, bulbos, tubérculos, etc...la recolección se realiza en el óptimo de calidad de consumo y el objetivo de los tratamientos postcosecha se plantean unicamente para retardar ciertos procesos (floración, elongación, brotación,etc..) para mantener la calidad durante la comercialización.
Índices de madurez
      En especies frutales, disponer de índices objetivos es esencial tanto para determinar la fecha óptima de recolección como para evaluar los cambios de madurez durante la conservación. Existen numerosos índices objetivos contrastados para evaluar la evolución de la madurez durante la conservación, sin embargo son muy escasos los que permiten discriminar los cambios de madurez en el árbol.
     La dificultad de fijar índices de recolección radica en el gran número de factores que influyen sobre el desarrollo del fruto: especie, variedad, y condiciones climáticas (especialmente temperatura) y agrotécnicas de cultivo (abonado, riegos, poda, etc..). Así por ejemplo, se ha demostrado en frutos de pepita que una misma variedad desarrollada en las mismas condiciones climáticas responde de forma diferente a las tecnologías postcosecha por efecto de las prácticas de cultivo. Estas diferencias obligan al productor a seleccionar sus propios índices basándose tanto en su propia experiencia como en trabajos realizados por investigadores cualificados.
   
Los índices de madurez más comunmente utilizados se pueden clasificar:
-Fisiológicos: respiración, y producción y contenido interno de etileno.

-Químicos: contenido en clorofilas y otros pigmentos (antocianinas, xantofilas, carotenos, etc..), azúcares solubles (sacarosa, glucosa y fructosa), ácidos orgánicos (cítrico málico, y ascórbico), sustancias pécticas solubles e insolubles, compuestos fenólicos, y producción de compuestos aromáticos.

-Bioquímicos: incremento de la síntesis y/o actividad de enzimas claves de los mecanismos asociados a la maduración. Síntesis de nuevas enzimas específicas del proceso de maduración.
- Moleculares: utilizando técnicas de biología molecular. Síntesis de ARN mensajeros que codifican la síntesis de enzimas claves del proceso de maduración.  
  
Con la aplicación de técnicas de biología molecular se podrán desarrollar, en un futuro próximo, nuevos índices de madurez, , altamente precisos, relacionados con el estudio a nivel molecular de los mecanismos asociados a la maduración. Síntesis de ARN mensajeros que codifican la síntesis de enzimas claves como ACC-oxidasas (síntesis de etileno), poligalacturonasas y celulasas (degradación de la pared celular), polifenoloxidasas (pardeamientos) etc... Estos índices moleculares más precisos, que los índices tradicionales, para detectar cambios durante la maduración o conservación, permitirán establecer las condiciones óptimas de conservación con una mayor precisión (ajuste fino).
     Un reto para los investigadores será establecer correlaciones entre estos índices de compleja determinación, exigen un fuerte apoyo de conocimientos y equipos, con nuevos índices cuya determinación sea sencilla y aplicable a nivel comercial.
Indices de calidad.
 
      Los índices de calidad deben estar asociados directamente a procesos de la maduración y a los principales atributos sensoriales: aspecto, tamaño, color, textura, sabor y aroma. Sin embargo, los índices de madurez están unicamente relacionados con los procesos asociados a la maduración. En general, aun cuando los índices de madurez y calidad son conceptualmente diferentes, en la práctica están directamente relacionados.
    
 Así, mientras los mecanismos de acumulación de carbohidratos, y degradación de las clorofilas y de pared celular, y compuestos arómaticos, están directamente relacionados con la modificación de atributos de la calidad: sabor, color, textura y aroma, respectivamente, otros sucesos como por ejemplo la respiración o la síntesis de etileno no tienen una relación directa con la calidad. Por ello, es importante determinar la relación, aunque sea indirecta, entre los índices fisiológicos y bioquímicos, y los índices de calidad tradicionales.
Por ejemplo, en determinadas especies de frutos climatéricos (manzana, aguacate, etc..) existe una buena correlación entre el máximo climatérico y/o máximo de producción de etileno y la plena madurez (óptimo de calidad de consumo). Asimismo, la integral respiratoria, contenido interno de etileno, etc.. son índices que, de forma indirecta, pueden proporcionar información sobre la evolución de la calidad durante la maduración tanto en árbol como en post-recolección.
 Figura 1. Determinación del color Cielab* mediante colorímetro portátil
     Los índices de calidad deben discriminar de forma sencilla y eficaz las modificaciones de los principales atributos sensoriales de la especie en su óptimo de calidad de consumo. En general los índices de calidad objetivos utilizados tradicionalmente: edad del fruto, color de la piel y pulpa, contenido de almidón, firmeza, sólidos solubles, contenido en agua, etc..., no son capaces por sí sólos de diferenciar niveles de calidad, por lo que es una práctica común utilizar una combinación de ellos.
     El contenido de sólidos solubles, pH, acidez, firmeza de pulpa, color de la piel, etc.., son los índices más comunmente utilizados debido fundamentalmente a su sencilla determinación, y a la posibilidad de ser determinados en campo mediante equipos autónomos (refractómetros, pH-metros, penetrómetros manuales, colorímetros, etc..).
Figura 2.  Determinación de la firmeza de tomate cherry mediante el ensayo de compresión
 entre  2 superficies planas. Determinación Fmáx y Pendiente para una deformación constante
    
Otros índices como edad del fruto, contenido de almidón y color de la semillas; integral térmica y formación de capa de abscisión son utilizados en frutos de pepita, guisante, melón (cantaloup), respectivamente (Kader, 1978). En aguacate el contenido en grasa o en agua son los índices más universalmente utilizados para fijar la fecha de recolección.
Asimismo, ciertas características morfológicas como la forma característica de la especie: plenitud de los dedos (plátano), forma del hombro (mango), o estiramiento de la piel (chirimoya), y estructura de la piel (melón, chirimoya), así como aspectos subjetivos como la solidez y compacidad (hortícolas foliáceas) se utilizan en ciertas especies hortícolas.
Nuevos índices de calidad
    La necesidad de definir nuevos índices, cada vez más precisos y que engloben el mayor número de atributos sensoriales, ha puesto de manifiesto la necesidad  de desarrollar índices más complejos. En frutos de pepita y cítricos se han desarrollado índices capaces de discriminar grados de madurez con una mayor eficacia que los índices tradicionales:
 
- Indice de recolección de cítricos: relación entre sólidos solubles y acidez titulable del zumo es utilizado como umbral para iniciar la recolección. En naranja los valores deben ser superiores a 5.5, en limón de 1.3, en mandarina de 5.5., y en pomelo de 3.9.
- Indice de recolección de manzana, IS= [F/(SS·CA)], siendo F=firmeza de pulpa con punzón de 11mm de diámetro, SS=sólidos solubles, y CA=contenido en almidón. El autor recomienda para la fecha óptima de recolección valores: cv Cox Orange entre 0.28-0.15, cv 'Elstar IS=0.30, Boskoop 0.15 y Golden Delicious' de 0.10 (Streif, 1996).
- Indice de Thiault, en manzana cv 'Golden Delicious', los frutos de mayor calidad son aquellos que con valores similares de AZ/A, presentan valores superiores de la relãción IT=AZ+10·A, siendo AZ=azúcares totales, y A=acidez titulable (Thiault, 1975).
- Indice de aceptabilidad de pera cv ‘Blanquilla’: IA=[(SS/2)+10·A]/F, siendo SS=sólidos solubles (ºBrix), A=acidez titulable y F=firmeza de pulpa. El índice es válido para valores de firmeza de pulpa superiores a 15-20N, con punzón de 8mm de diámetro. Pera cv 'Blanquilla' presenta una buena calidad en el rango entre 3 y 4.5 (Alique et al., 1984). Este índice ha confirmado una elevada eficacia para discriminar la evolución de la calidad, entre diferentes condiciones de conservación en atmósfera controlada, de pera cv 'Blanquilla' 
 - Indice de turgescencia de manzana cv 'Golden Delicious': establece la relación entre el peso específico y firmeza de pulpa como índice para determinar la pérdida de turgescencia. ÑT=10·r·F-1, siendo d=peso específico y F=firmeza de pulpa, frutos con valores de ÑT= 2.2  presentaron siempre 'arrugamiento' de la piel.
 
                         Figura 3. Determinación de azúcares refractómetro e infrarrojo cercano.
Nuevos índices físicos no-destructivos, propiedades físicas de los alimentos, además del color, se están investigando intensamente, desde la pasada década, basados en la modificación de las propiedades eléctricas (resistencia), infrarrojos, ultrasonidos etc.. durante la maduración.

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